Qué es el acoso escolar

Iniciamos una seria de artículos relacionados con el acoso escolar, en los que descubrir, no solo de qué se trata, sino cómo identificarlo, prevenirlo o cómo ayudar a que no se den este tipo de situaciones dentro y fuera de las aulas

Según la Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar (A.E.P.A.E.), “El acoso escolar es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada, tanto en el aula, como a través de las redes sociales”.

Por tanto, no se trata de “cosas de niños” o “sin importancia”, ya que pueden destruir la vida de la persona que lo sufre. Se trata de un hecho que hay que saber detectar y querer combatir para ayudar a eliminarlo. 

En este sentido, entran en juego varios agentes: 

  • Por un lado, la víctima, el acosador y los espectadores, es decir, aquellos compañeros que saben que se está produciendo ese acoso, pero que, por diferentes circunstancias, no lo denuncian y, en ocasiones, pueden llegar a participar sin ser conscientes del todo. 
  • Por otro lado, los compañeros de clase, los profesores y resto de profesionales educativos del centro en el que se produce ese acoso y, por supuesto, los padres y la familia de la víctima y del acosador.

El segundo grupo de personas es en el que se debe lograr que la víctima se sincere y se apoye, de manera que pueda salir de esa situación. 

Pero también serán quienes deberán de tomar cartas en el asunto para tratar la situación del acosador que, en muchas ocasiones, suele ser víctima de otras circunstancias que le han llevado a esa situación, aunque esto no sea motivo de justificación. 

En todo caso, se trata de un trabajo en conjunto de diferentes partes de la sociedad, los que van a conseguir combatir el acoso escolar. 

Un acoso escolar que, según datos de la fundación ANAR, se da, sobre todo, desde los 7 hasta los 16 años, siendo la edad más crítica, la de los 12-13 y afecta por igual a chicos que a chicas, al igual que en el caso de los acosadores.

En el caso del ciberbullying, las niñas son las que más casos de abuso digital sufren. En ambos casos, los menores tardan una media de 13 meses en pedir ayuda. Un periodo demasiado largo.

Ideas erróneas sobre el acoso escolar

Si bien es cierto que cada vez vivimos en una sociedad más concienciada, la realidad es que todavía hay muchas personas que siguen pensando que “son cosas normales entre menores”. 

Es una falsa creencia: los niños sí tienen conflictos y diferencias entre ellos, pero cuando se dan burlas continuas, le insulten, no le dejen jugar, le peguen…cualquier tipo de maltrato física o verbal que se repite más de 3 veces, es acoso escolar y no es un juego de niños. 

Esta la primera idea errónea, pero no es la única. Desde la A.E.P.A.E. denuncian también las siguientes: 

  • Solo les pasa a los tímidos o introvertidos: es falso, ya que cualquier niño o niña puede ser víctima de acoso escolar. 
  • Decir que con dejar de hacer caso, se soluciona: falso, porque el acoso escolar nunca desaparece, sino que es necesario atajarlo. 
  • Si no hay agresión física, no hay acoso: falso, porque solo el 10% de los casos de acoso escolar son físicos, el resto son psicológicos y las consecuencias son igual o más graves todavía. 
  • El acoso escolar ha existido siempre: que haya sido así, no quiere decir que deba normalizarse. El problema actual es que se banaliza la violencia en muchas situaciones cotidianas de los niños, como los juegos o las películas. Es importante terminar con esta lacra y estas situaciones. 
  • Cambiar al menor de centro es la solución: falso, porque muchos de los menores que sufren acoso escolar en un centro, lo vuelven a sufrir en otros. La solución es tomar medidas reales y efectivas para ayudar a la víctima y para reeducar al acosador. 
  • Hay que expulsar a los acosadores: es solo un parche. Lo esencial es reeducar, tal y como hemos dicho y hacerle ver, de manera real, que sus actos tienen consecuencia. 

Algunos datos sobre el acoso escolar en España

Mi dolor puede ser la razón de la risa de alguien, pero mi risa nunca debe ser la razón del dolor de alguien

Charles Chaplin

Según un estudio de la Fundación ANAR, en España, 1 de cada 5 niños admite haber sufrido o sufrir acoso escolar en 2021.

Por otro lado, según datos del Ministerio de Educación, de esos menores que sufren acoso escolar, solo el 15% se atreve a contarlo a familiares o profesores.

Además, la pandemia ha provocado que el acoso escolar pase de ser presencial a tomar todavía más envergadura, debido al ciberbullying, siendo WhatsApp la aplicación más utilizada para llevar a cabo este acoso.

También cabe destacar que, a diferencia de lo que muchas personas consideran, solo el 10% del acoso escolar es físico (es el más fácil de detectar), frente al 90% de los casos, que es psicológico.

Por último, también cabe señalar que han aumentado las agresiones en grupo. En 2018, según la fundación ANAR suponían un 2% de las agresiones y, en la actualidad, suponen el 10%. 

Además, el 22% de los adolescentes en España reconoce haber participado de alguna situación de acoso, sin ser conscientes. 

Cómo detectar el acoso escolar

Si eres madre, padre o profesor es importante tener en cuenta las siguientes situaciones, ya que serán los primeros signos de que un menor está sufriendo acoso escolar: 

  • El niño o la niña se niega a ir a clase
  • Cambia su actitud, por lo general, volviéndose más agresivo
  • Se aísla según llega a casa
  • Se siente triste
  • Pierde material que lleva al colegio
  • Deja de comer
  • Irritabilidad o nerviosismo cuando se acerca el momento de ir al colegio
  • Dolores de cabeza o abdominales injustificados
  • Trastornos del sueño
  • Negativa a salir con los/as compañeros/as de clase
  • Problemas para dormir o se despierta con pesadillas

Cómo hacerle frente una situación de acoso escolar 

Aquí hay que diferenciar tres casos en los que actuar, en función de la situación y de la persona de la que estemos hablando. 

En el caso de los menores acosados: 

  • Intervenimos desde la primera vez, si hemos detectado algún acoso físico o verbal. Aunque se considere acoso desde la tercera vez, el acoso nunca se debe consentir una agresión.
  • Hacerle siempre caso ante la primera mención que nos haga o ante la primera sospecha que tengamos
  • Darle apoyo psicológico y emocional
  • Ayudarle a hacer frente al acoso, pero sin caer en el “no les hagas caso” o “si te pegan, tú se la devuelves”. 

En el caso de los acosadores: 

  • Hablarle para que entienda que está comportándose como un acosador
  • Hablar con los padres, si eres profesor y acompañarles para que tomen cartas en el asunto y no entren en la negativa de que no es posible que su hijo sea un acosador
  • Hacerle entender que sus actos tienen consecuencias y no porque sea menor, hay que dejar pasar esa situación tan grave.
  • Que tenga una sanción en el centro escolar, que se adapte a su edad. La reeducación es esencial.

Al resto de alumnos:

  • Educarles en valores
  • Fomentar la empatía y el compañerismo
  • Enseñarles a poner límites
  • Hablarles de lo que es el bullying y ciberbullying
  • En el supuesto de que haya habido algún caso de acoso escolar, exponer la situación e invitarles a hablar de lo que han podido ver

EN RESUMEN

El acoso escolar es un problema muy grave de la sociedad actual y es esencial que podamos ponerle freno entre todos. Trabajar para prevenirlo es la mejor medida, pero actuar a tiempo para evitar que vaya a mayores o se repita, también lo es.

En este sentido, las familias, los profesores y resto del entorno académico, así como compañeros de clase y profesionales que trabajan con los menores, forman parte de esa solución, tanto para ayudar a la víctima, como para reeducar a los acosadores y, por supuesto, para evitar que estas prácticas se protejan y sigan ocurriendo.

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